La TeleSalud y la TeleMedicina llegaron para quedarse. Era un proceso que se estaba dando progresivamente pero que la pandemia de salud que se vive mundialmente por el COVID-19, la precipitó.
Tanto proveedores de salud como pacientes y cuidadores deben apresurarse a adiestrase para hacer el mejor uso de este servicio de salud que está al alcance de un teléfono inteligente, una tableta o computadora. La población de personas mayores y los pacientes de enfermedades crónicas son quienes más están llamados a convertir la dinámica médico-paciente a través de una cámara, en uso y costumbre. En estos grupos hacerlo cuanto antes puede representar la mejor forma para mantener controladas sus condiciones de salud y prevenir complicaciones. Puede, incluso, hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
Cada sector está realizando sus esfuerzos e implementaciones para poder llegar a sus pacientes o clientes. Un proceso que tiene que ser integrado a la mayor brevedad en pro de la mejor prestación de servicios virtuales de salud a la población, en especial de aquellos con que padecen las principales enfermedades y causas de muertes en la isla. “Desde el Huracán María en el 2017 el uso de la TeleSalud se hizo más evidente su necesidad y la pandemia lo ha confirmado. Ha demostrado en los momentos de mayor crisis que es la forma efectiva para el acceso a servicios de salud de manera segura y el medio para mantener a los pacientes adheridos a sus tratamientos minimizando el riesgo de complicaciones. Es una modalidad segura en términos de confiabilidad, rápida y que salvaguarda la necesidad de acceso a salud en especial de los pacientes con enfermedades crónicas”, afirma la doctora Wendy Matos del Puerto Rico Science, Tecnology & Research Trust.
¿Qué es y qué abarca?
La Telemedicina consiste en recibir atención médica utilizando medios tecnológicos e interactivos para atender a los pacientes mediante videollamada o llamada telefónica. La Telesalud es aún más abarcadora e integra la capacitación médica en nuevas tecnologías. Incluye el envío de recetas, referidos, pruebas de laboratorios y otros. Los servicios psicológicos también han adoptado esta modalidad ya sea por medio de llamadas telefónicas y otros métodos electrónicos. Por determinación de ley las compañías de seguros de salud están obligadas a cubrir y pagar por los servicios ya que son tan válidos como una consulta presencial. “Es atención médica remota que sirve para consultas, diagnósticos y reevaluaciones. Es un proceso que vino a facilitar el acceso a la salud. Ha habido una transformación de la comunicación médico-paciente, pero con la misma calidad, validez, confiabilidad y privacidad que requiere”. Como añade la también educadora en salud, con la telesalud es mucho más fácil el intercambio de información entre los profesionales médicos en beneficio de los pacientes crónicos.
Beneficios para paciente y médico
Entre los múltiples beneficios que Matos le reconoce, destaca la prevención secundaria y terciaria. ¨Un paciente con el que se hace uso de la telemedicina corre menor riesgo de complicaciones porque no está faltando a sus citas médicas, su doctor lo puede ver regularmente e identificar rápidamente cualquier cambio. De igual modo, el acceso a médicos especialistas se logra en un tiempo menor ayudando a una identificación más rápida del tratamiento o procedimiento a seguir”. Otras de las ventajas que señala, son:
Es una forma de protección a la salud del paciente
Es más rápido
Minimiza el tiempo de espera en las oficinas médicas
Reduce la posibilidad de exposición o contagio de enfermedades en pacientes que tienen su salud comprometida
Logra una comunicación integrada entre todos los proveedores: médico, laboratorio, farmacia y otros.
Facilita las fases de orientación y educación al paciente sobre su condición de salud
Facilita el trabajo a los cuidadores y le permite acceso a la información
Entre las múltiples citas médicas que se pueden realizar por videollamada están: consultas con el médico primario, cardiólogos, oncólogos, dermatólogos, psicólogos, psiquiatras, oftalmólogos, ginecológicas y otra amplia variedad de especialistas. Algunos de estos profesionales se asisten de aparatos que los ayudan para una mejor evaluación y diagnóstico. “Por todas partes es buena. Al médico le permite un mejor manejo del tiempo y al paciente lo previene de exponer su salud y al estar esperando horas por su doctor”, afirmó. En esta emergencia de salud por el Coronavirus la Telemedicina permite proteger a dos grandes grupos a riesgo: las personas mayores de 50 y los pacientes con enfermedades crónicas.
Ejecución en regla
En la actualidad la Telemedicina en Puerto Rico la puede ofrecer todo médico con licencia vigente para ejercer en la isla gracias a la Ley Número 68 del 16 de julio de 2020 que se da como consecuencia de la Ley CARES del 27 de marzo del 2020 donde el Congreso federal aprobó el Coronavirus Aid, Relief and Economic Security Act. No obstante, esta prestación virtual de servicios que está actualmente respaldada por fondos federales, ya venía pensada y establecida con requerimientos de una certificación especial que deben obtener los salubristas y un reglamento que deben acatar. “El Gobierno de Puerto Rico, a consecuencia de la pandemia, desreguló la ley de Telemedicina en Puerto Rico, para darle acceso a todos los profesionales de la salud ante la necesidad de los servicios y las limitaciones que vivimos en la actual situación. Pero existen protocolos, certificaciones y reglamentos donde el gobierno debe ayudar en el financiamiento y las certificaciones para que la telemedicina sea adoptada y mantenida por más proveedores. El objetivo es regular y garantizar la calidad del servicio que se ofrece, velar por la confidencialidad de la información de los pacientes y darle tiempo a los médicos a lograr sus certificaciones y lo necesario para implementar de manera más ágil el acceso a la salud.
”, explicó Matos.
Equidad salubrista
Asegura la también psicóloga y gerontóloga que la telesalud vino a intentar eliminar la “inequidad de salud que aún existe”. “Se busca remover las barreras a servicios de salud, principalmente a los de especialistas y subespecialistas. En Puerto Rico las citas las dan para dentro de tres o cuatro meses y eso no es atención de calidad. La hoja de ruta tiene que llevarnos a eliminar esa limitación. En Puerto Rico existe un racionamiento de servicios de salud por parte de las aseguradoras que es otro problema que trajo la privatización del sistema de salud del país. En un sistema coordinado el criterio es médico y nadie debe ir por encima. Si se ofrece a tiempo un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado los pacientes con condiciones crónicas se van a mantener estables. En vías de esa accesibilidad se están ubicando equipos de telemedicina en diversos centros de salud a los que las personas sin los medios en sus hogares puedan asistir para ser orientados, ayudados y recibir sus servicios como las videoconsultas sin tener que llegar a la oficina del médico especialista”. La investigadora afirma que hacer esta combinación de servicios redunda en beneficio para los médicos primarios quienes se benefician de los conocimientos de los especialistas que los ayudará a obtener mejores resultados en los pacientes. “La Telemedicina proporcionar un intercambio seguro de información entre profesionales de salud e impide la paralización de los tratamientos en los pacientes”.
La clave para que esta modalidad de salud virtual sea efectiva es la orientación y el adiestramiento a las personas, fase hacia la que se están dirigiendo muchos de los esfuerzos y recursos ya que es de conocimiento que Puerto Rico tiene una población mayoritariamente envejecida que principalmente viven solos ya que las generaciones más jóvenes han emigrado por razones laborales. “Este grupo necesita aprender a usar su teléfono inteligente, una tableta o computadora. Todos debemos aportar a enseñar a nuestros adultos mayores y adultos a manejar estos aparatos para que puedan mantener su salud monitoreada”.
Aún con todas las ventajas que tienen existen ciertos procedimientos y protocolos que no pueden ser reemplazados virtualmente y continuarán siendo presencial.
Protocolo
Ambas partes en una consulta virtual deben prepararse para la misma. Una vez la cita coordinada ese día el paciente recibirá dos llamadas. La primera de parte de algún personal de la oficina para conocer que el paciente está listo y la segunda, la llamada del doctor. Se recomienda que el paciente esté listo unos diez minutos antes, en un lugar seguro, tranquilo y apropiado para hablar con su médico. Por su parte el galeno debe estar preparado e informado y en un lugar privado, libre de obstrucciones y que garantice la confiabilidad del paciente. “La sostenibilidad de esta nueva herramienta de salud es muy importante para poderle ofrecer en casos de emergencias como las que vivimos servicios a la población sin ponerlos en peligro y sin que la espera sea una prolongada. La Telesalud es una opción real para todas las personas inmunocomprometidas”.
RECUADRO:
Ventajas
Paciente:
No tiene que salir de la casa
Evita esperar largas horas en una oficina médica
Se protege el paciente de exponerse al contagio con otras personas enfermas
Facilita el acceso a servicios de salud a personas con dificultades de movilidad
Protege la salud de pacientes con sistemas comprometidos
Da acceso en menor tiempo a especialistas o servicios distantes dentro como fuera del país
Médico:
No hace esperar a sus pacientes
Les permite mejorar el manejo de su tiempo
Le economiza ciertos gastos de oficina
Minimiza las posibilidades de contagios
Facilita la comunicación
Colaboración de la Dra Wendy Matos
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