En la década anterior a la aparición de Covid-19, la telemedicina ya se describía como un cambio potencial en las reglas del juego: un tipo de atención versátil que podría hacer la vida más fácil, sobre todo para los pacientes mayores y los que viven en áreas rurales.
Sin embargo, después de los eventos de 2020 y 2021, está claro que la telemedicina no es solo una progresión, sino una necesidad.
Este es el por qué:
Reduce la exposición
El papel del control de infecciones en un entorno sanitario nunca ha sido más importante. Durante las primeras semanas de la pandemia, pacientes confundidos, asustados y enfermos llenaron las salas de espera de todo el mundo, propagando sin saberlo un virus que luego nos obligaría a encerrarnos repetidamente. El daño amplificado se extendió a las prácticas médicas mismas, que continúan trabajando bajo la reducción de la confianza del paciente, según el 2020 Journal of the American Medical Association.
La telemedicina facilita las consultas sin contacto, lo que significa que los médicos no necesitan ponerse a sí mismos ni a otras personas en riesgo. Si un paciente se enferma, una cita virtual puede proporcionar asesoramiento, citas de prueba y una receta, si es necesario.
Ayuda a los pacientes vulnerables
Las últimas cifras del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) indican que el 1,3% de los estadounidenses sufren de agorafobia y que miles de estos casos son tan devastadores que los pacientes descubren que no pueden salir de casa. Además, hay millones de personas mayores vulnerables y adultos discapacitados que no padecen la afección pero que no pueden salir de casa por otras razones. Estas personas necesitan ver a médicos como todos los demás. Con la telemedicina, las puertas ahora están abiertas, lo que les otorga acceso a profesionales de la salud y les brinda consultas, prescripciones y tratamientos que pueden salvar vidas.
Facilita la vida a quienes viven en zonas rurales.
El habitante promedio de la ciudad vive a 4.4 millas del consultorio del médico más cercano, según los resultados de una encuesta del Pew Research Center de 2020, y esa distancia aumenta a 5.6 millas para aquellos en los suburbios. En las áreas rurales, los estadounidenses pueden esperar una caminata promedio de 10.5 millas, y millones de 20 millas y más. Agregue las complejidades inherentes de una vida ajetreada a esa distancia, sin importar los problemas de movilidad o la falta de acceso a automóviles o transporte público, y el acceso a la atención médica se convierte en un problema grave. La telemedicina ya está proporcionando soluciones a los pacientes en esas áreas.
Promueve el trato personalizado
La mayoría de las iteraciones de la telemedicina involucran consultas virtuales, pero la tecnología puede extenderse más allá de las videoconferencias para incluir la aplicación de soluciones de atención más personalizadas, según una Revisión de literatura sistemática de 2020 de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. Por ejemplo, se pueden dar recordatorios automáticos de prescripción a los pacientes con pérdida de memoria, lo que garantiza que tomen la cantidad correcta de medicamento en el momento adecuado. Los investigadores también están buscando formas de administrar dosis y combinaciones de medicamentos que tengan en cuenta la composición genética y biológica de los pacientes. Todavía no estamos en ese nivel, pero lo estamos logrando, y al adaptar los tratamientos para satisfacer necesidades únicas, la telemedicina ya está teniendo un impacto en la salud pública en general.
La telemedicina suele ser una alternativa más barata a las visitas al consultorio y, por lo tanto, es inherentemente más accesible para los pacientes con un presupuesto limitado, incluso aquellos con seguro médico. Un artículo de investigación de Health Affairs de 2017 indicó que la sesión promedio de telemedicina en los EE. UU. Fue de $ 79, en comparación con $ 146 para visitas al consultorio y $ 1,734 para visitas a la sala de emergencias.
Es más conveniente
Por último, pero no menos importante, la telemedicina es más conveniente tanto para los profesionales sanitarios como para los pacientes. Elimina las salas de espera abarrotadas y las largas esperas; los pacientes pueden recibir atención en la comodidad de sus hogares y aventurarse a un lugar físico solo cuando necesitan pruebas u otros procedimientos que requieren interacción cara a cara. Mientras tanto, los proveedores de atención médica pueden brindar servicios de diagnóstico y consulta en su propio tiempo. Esto significa que no necesitan faltar al trabajo porque están aislados debido a un riesgo de exposición, por ejemplo, o debido a problemas de transporte.
A medida que nuestra población continúa aumentando y persiste la amenaza de infección por la variante Covid, estas muchas ventajas se vuelven aún más importantes. El aprendizaje automático, la inteligencia artificial y la interconectividad mejorada están cambiando la forma en que compramos, socializamos y aprendemos, pero lo más importante es que están configurados para cambiar la forma en que se diagnostican, monitorean y tratan las enfermedades.
Escrito y publicado por: Folabi Clement Solanke | Entrepreneur
Diciembre 15, 2021
Enlace original: https://www.entrepreneur.com/article/399591
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